Tengo algunos días sin escribir y ya tu familia comenzó a protestar... Pero es que quieren estar al tanto de tus andanzas, están todos emocionados contigo, comenzando por mí, claro. Haz crecido mucho desde que te vimos y escuchamos por primera vez, de hecho, debes de estar midiendo en estos momentos casi 8 centímetros... ¡Pero siento que falta tanto aun!
Hace dos semanas fuimos a tu segunda cita con el Dr. Silva, pero esta vez no te vimos, solo te escuchamos, ¡pero cuando te dejaste! Pobre Dr. Silva... Estuvo un rato tratando de escuchar tus latidos, y cuando pensaba que te tenia... ¡ZOOM! te movías a otro sitio... Te localizaba de nuevo, y ¡ZOOM! a otra parte. Por fin logró pillarte en alguno de tus raros momentos de tranquilidad, y pudimos escuchar de nuevo tus latidos. Siempre es emocionante... nunca deja de ser sorpresivo... ¡la sensación fue exacta como la primera vez!... es tan increíble, que cada vez que tengo un chance, me acerco y recuesto mi oreja en el vientre de tu mama, a ver si puedo escucharte... Creo sentir algo muy lejano, tal vez sea mi imaginación, pero me de una sensación de tranquilidad saber que estas protegido alli adentro... (También pienso, que si ya eres así de inquieto, como serás después... ¡vamos a ver si me alcanzan abuelos!)
Por cierto, hoy paseamos por otra tienda de niños y bebés, y claro, volví a probar las barandas de las cunas (“aaaaaaaaah”)
Ya falta menos…